Precauciones a la hora de llevar el coche a un taller

A veces nos vemos obligados, ya sea por viajes, cambios de domicilio o por las razones que sean, a llevar el coche a un taller que no conocemos de nada. En seguida surge la duda y el miedo, ¿serán de fiar?, ¿me engañarán? Pues bien, aunque no sepamos nada de mecánica podemos tomar unas sencillas medidas de precaución por si tenemos la mala suerte de toparnos con algún mecánico caradura.

En primer lugar, si tenemos la posibilidad de elegir, es preferible optar siempre por talleres de coches asociados a empresas o multinacionales, ya que la mayor parte de las irregularidades denunciadas se dan en negocios privados. Una vez en el taller, habrá que pedir un presupuesto y preguntar si se nos cobrará por ello (muy importante); es obligatorio que estos negocios posean una lista de precios por hora y tipo de trabajo, y siempre es conveniente pedirla. Antes de dejar el coche nos aseguraremos junto al mecánico de hacer un repaso por todos los desperfectos que pueda tener el vehículo.

Las sorpresas suelen venir a la hora de ir a recoger el coche. Si se ha cambiado alguna pieza tendrán que demostrarnos que es nueva, teniendo derecho a pedir la dañada. Y, lo más importante de todo es pedir la factura especificada con todo el trabajo que se ha hecho sobre nuestro vehículo y quejarse al propio taller en caso de disconformidad. Si no atendiesen a nuestras reclamaciones, y tenemos motivos suficientes para ello, lo mejor que se puede hacer es denunciar.

Muchos mecánicos honrados estarán hartos de escuchar y leer que es fácil ser víctima de estafas a la hora de llevar el coche al taller, pero lo cierto es que, al final, pagan justos por pecadores, y extremar las precauciones nunca está de más. De todas formas, los consejos que damos aquí no tienen por qué ofender a nadie, pues no se salen de los procedimientos legales y, en vistas del creciente número de denuncias, el tomar estas medidas supone casi un deber.